2016年1月2日 星期六

討 神喜悅、彼此相愛



帖撒羅尼迦前書第四章

 

本章大致上可分為2段,1~12節講到信徒如何過討 神喜悅、彼此相愛的生活。而13~18節則是為信徒死了的安慰話,好鼓勵我們儆醒等候主的再來(第五章)。

「討 神喜悅、彼此相愛」這八個字說來容易也很屬靈,但實際上操練起來卻是一項蠻難的功課。在未信主前我們有自已的生活習慣、喜好、朋友、社交,一旦信主後若為了要討 神喜悅而必須放下身段、改變一些言語用詞及習慣,以人的眼光和方法,那實在很不容易,但唯有聖靈的大能才能幫助我們勝過人的軟弱與限制(第8節 ; 加五22-23 ; 羅八26)。 這讓我想起之前在Good TV真情部落格看到的見證,許多重生的弟兄姐妹「在人不能、在 神凡事都能」 依靠主而不可思議地戒了煙、戒酒甚至戒毒等惡習。

「彼此相愛」(約十三 34 我賜給你們一條新命令,乃是叫你們彼此相愛;我怎樣愛你們,你們也要怎樣相愛。 35 你們若有彼此相愛的心,眾人因此就認出你們是我的...) 是主耶穌留給我們的新命令,也是我們在教會裡經常聽到的標語,但有時卻淪為空空的口號、無法實踐。 願我們通過這章經文再次的反省、檢討本身在這門功課上做了多少,並且互相勉勵 按 神的心意 成為聖潔,一生討 神喜悅、彼此相愛直到主的再來。


洪崇仁長老
 

 

Agradar a Dios y amarnos mutuamente

1° Tesalonicenses 4

Este capítulo podemos dividirlo en dos partes, versículos 1~12 habla de cómo deben vivir los creyentes para agradar a Dios y amar mutuamente. Y versículos 13~18 se refiere a palabras de aliento para los creyentes muertos, para animarnos a esperar con perseverancia la venida del Señor (capítulo 5).

"Agradar a Dios, amarnos mutuamente" decirlo es fácil y muy espiritual, pero en realidad poner en práctica es una tarea bastante difícil. Antes de conocer al Señor teniamos nuestras propias costumbres, preferencias, amigos, relación social, y cuando convertimos, para poder agradar a Dios debemos dejar de lado el orgullo(EGO), cambiar nuestro vocabulario(no decir palabrote) y los hábitos, desde punto de vista y métodos humanos, realmente no es tan fácil, pero sólo el gran poder del Espíritu Santo puede ayudarnos a superar la debilidad humana y sus limitaciones (versículo 8 ; Gálatas 5:22~-23 ; Romanos 8:26). Esto me recuerda a los testimonios que he visto antes en el programa Blog de Good TV, donde muchos hermanos renacidos comparten "el hombre no puede, pero en Dios todo es posible", cómo confiando en el Señor increiblemente dejaron de fumar, de tomar alcohol e inclusive la droga y otros vicios.

"Amarnos mutuamente" (Juan 13:34 »Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. 35 De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros) es el nuevo mandamiento que Señor Jesús nos dejó, también es el lema que escuchamos frecuentemente en las iglesias, pero lamentablemente a veces se convierte en consignas vacías, impracticable. Ojalá reflexionemos una vez más sobre enseñanzas de este capítulo, hagamos autocrítica del resultado en cuanto a esta lección, y animarnos mutuamente a ser santos conforme a la voluntad de Dios, agradar a Dios en toda la vida, amarnos los unos a los otros hasta la venida del Señor.

Presb. Andrés Hung